Las técnicas de reproducción asistida continúan consolidándose como un pilar clave de la salud reproductiva y demográfica en España. Según los últimos datos del Registro Nacional de Actividad-Registro SEF, cerca del 10% de los niños nacidos en España en el último trimestre de 2023 y los primeros meses de 2024 lo hicieron gracias a tratamientos de reproducción asistida.
En total, los centros públicos y privados realizaron 168.372 ciclos de fecundación in vitro (FIV) y 30.464 inseminaciones artificiales, de los que nacieron 39.555 niños, manteniéndose cifras estables respecto al año anterior.
“La natalidad en nuestro entorno ha caído a mínimos históricos y el retraso en la maternidad, en muchos casos condicionado por factores sociales y económicos, ha incrementado la esterilidad involuntaria”, explicó la doctora Elisa Gil, ginecóloga de IVI Zaragoza y Secretaria de la SEF, quien subrayó que “casi 40.000 niños han llegado al mundo gracias a las técnicas de reproducción asistida, lo que supone no solo la felicidad de miles de familias, sino también un impulso futuro para la economía y la sostenibilidad del sistema de bienestar”.
El informe pone también de relieve la creciente personalización de los tratamientos, con cerca del 40% de los ciclos segmentados para mejorar la seguridad y los resultados clínicos. En este contexto, el uso del diagnóstico genético preimplantacional (PGT) continúa en aumento y ya representa el 13,2% de todos los ciclos reportados, especialmente en mujeres de mayor edad, donde permite mejorar de forma significativa las tasas de parto y reducir el riesgo de aborto.
“Estamos ante un cambio de paradigma”, señaló Gil. “Las mujeres son cada vez más conscientes de la importancia de la edad en la fertilidad y planifican su maternidad de forma responsable. La genética nos permite hoy seleccionar mejor los embriones y aumentar las posibilidades de bebé sano en casa”.
Otro de los datos más relevantes del registro es el aumento de la preservación de la fertilidad, con una subida del 13% respecto al año anterior. En total, 7.158 mujeres congelaron sus óvulos por motivos sociales, en un contexto en el que se vitrificaron 65.805 ovocitos, reflejando un cambio profundo en la forma en que las mujeres abordan su proyecto reproductivo. Evidenciando el deseo de retrasar la maternidad, convirtiendo esa congelación de óvulos en un recurso fundamental para las mujeres que desean planificar la maternidad de manera más flexible, especialmente en una sociedad que cada vez pospone más la edad a la que tener hijos.
Además, los resultados gestacionales tras la utilización de los ovocitos han sido esperanzadores, alcanzándose tasas de gestación clínica del 63%, lo que recalca la importancia de la edad en la fertilidad y la necesidad de que las preservaciones se hagan en el momento adecuado. “La preservación de la fertilidad es una técnica segura y una gran oportunidad para que las mujeres puedan decidir cuándo ser madres, con menos desgaste físico y emocional”, afirma la doctora Gil.
Destacan que el prestigio de la medicina reproductiva española, junto a un marco legal favorable y elevadas tasas de éxito, sigue atrayendo a pacientes internacionales, especialmente procedentes de Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.
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